Es viernes, tienes una cita y es hora de vestirse, ¿qué color eliges para tu ropa? Parece ser que los instintos, la educación y las vivencias influyen notablemente en el significado que le otorgamos a cada uno. De hecho, el estado de ánimo puede hacer que nos decantemos por unos o por otros.
Tan importantes son los colores que hasta existe un método curativo que los utiliza llamado cromoterapia. Es más, si te cuesta dormir o todos los días te despiertas en tensión, es posible que el tono de tu habitación no sea el adecuado. Ya puedes dejar de echarle la culpa al despertador.
El marketing tiene, además, muy en cuenta lo que nos hace sentir cada color a la hora de diseñar envases, etiquetas o campañas de publicidad.
¿Te has llegado a plantear si eres seguidor de un equipo deportivo por el color de su indumentaria? Aquí te damos algunas respuestas.
Amarillo: Es considerado un tabú sobre los escenarios de los teatros, y es que Molière interpretó su última obra vestido de este color antes de morir días después a causa de la tuberculosis. Sin embargo, también se relaciona con la felicidad o la sabiduría en el Feng Shui.
Naranja: Se utiliza para generar energía porque insufla vitalidad, se dice que es el color de la diversión y de las personas extrovertidas, pero también es exótico y se asocia, por ejemplo, al budismo.
Rojo: Morton Walker y Gerald Faber Birren concluyeron que el rojo aumenta la adrenalina y la presión sanguínea. Este color se relaciona con el peligro y la prohibición, pero también con la pasión y la sangre, es uno de los más llamativos y también el más cálido. Si te gusta el cine, has de saber que Kubrick era un obsesivo de este color, no hay más que echar un vistazo a La naranja mecánica o a El resplandor.
Púrpura: ¿Sabías que antiguamente se convirtió en el color de la realeza? Parece ser que conseguir este tono no resultaba sencillo y los costes eran tan elevados que sólo ellos podían permitírselo. Pero, además, el púrpura simboliza el misterio y la espiritualidad, y tiene mucho que ver con la creatividad y la melancolía.
Verde: Es el color de la naturaleza y la vida, inspira calma e invita a la relajación. Johannes Itten y Josef Albers estudiaron su influencia en los pacientes y su capacidad para mitigar el dolor. El verde también se relaciona con la envidia, la inexperiencia o lo obsceno. ¿Recuerdas algún chiste verde, o alguna vez te han dicho que estás más verde que una lechuga?
Azul: Según la teoría de Max Lüscher, el azul tiene que ver con la noche, por eso representa la tranquilidad. Para Eva Heller, sin embargo, se relaciona con el cielo y el mar, es decir, la inmensidad, la lejanía. Por eso este color hace que los espacios parezcan mayores.
Un estudio reflejaba que, al pintar los textos de las aulas de un colegio de azul, los alumnos mejoraron su rendimiento y se mostraban más concentrados. Y tanto relaja, que hasta puede deprimir si nos remitimos al significado de azul (blue) en inglés, que se asocia a la tristeza, como la del estilo musical con dicho nombre, Blues.
Blanco: Es purificador, relativo a la fe, a la limpieza, crea ambientes muy luminosos. Erróneamente se pensaba que era el color ideal para los hospitales, pero se ha demostrado que este tono termina por alterar a los pacientes.
Negro: Representa la oscuridad, la muerte, el dolor, pero también la elegancia y la sobriedad. Es un color que destaca por completo la personalidad del que lo luce y desde hace un tiempo está de moda.
También nos parece el más “pesado” de los colores. En los años treinta del siglo pasado, Carl Warden y Ellen Flynn llevaron a cabo un experimento que demostró que los consumidores tenían la sensación de que un paquete u objeto de color negro era más pesado que otros.
Gris: Es un color neutro, en ocasiones aburrido si se utiliza excesivamente. De hecho, por ahí viene eso que dicen de ser una persona gris.
Rosa: Es el más relajante. El científico Alexander Schauss llegó a poner en práctica un experimento para comprobar que consigue mitigar comportamientos violentos y bajar la tensión arterial. Para comprobar la efectividad de su tesis mandó pintar de rosa celdas de prisiones militares y de reformatorios. Le salió bien, demostrando que si uno se lo empeña, la vida puede ser de “color de rosa”.
Autor: Aránzazu Díaz Huerta by Tiwel