Esta colosal montaña solar (Solar Mountain) con forma ondulada es un prototipo capaz de suministrar energía a casi cualquier lugar de la Tierra y ya se piensa para que esté presente e integrada en el desierto de Nevada en el archiconocido festival de música Burning Man.
La arquitectura y diseños del futuro se centran cada vez más en reducir el impacto medioambiental a medida que los efectos del cambio climático empiezan a alcanzar niveles históricos. Esto significa que no sólo los ingenieros, sino también los arquitectos y los artistas, estén explorando nuevas formas sin precedentes de reimaginar su trabajo para minimizar la intrusión en el entorno natural.
Y el caso más llamativo es el del Burning Man, uno de los festivales y eventos más populares del planeta, que atrae cada año a miles de personas con ganas de música, fiesta, arte y todo tipo de juergas. No es fácil satisfacer a todas las personas congregadas y, por ello, es necesario proveer de energía y alimentar potencialmente los 15.000km2 del rancho donde se celebra en una ola de colaboración orientada a la naturaleza sin precedentes.
‘Solar Mountain’: nuevos enfoques en arquitectura e ingeniería sostenible
Inspirado en el paisaje natural del Fly Ranch, este nuevo diseño incorpora un gigantesco surtido de paneles solares modulares fotovoltaicos desde una columna vertebral central mezclados con madera reciclada y otros componentes prefabricados para facilitar su montaje. NUDES, empresa encargada del proyecto, ha creado esta forma arquitectónica futurista adaptada al dinámico paisaje de géiseres, humedales y manantiales calientes y fríos compuesto de madera reciclada y otros materiales ecológicos.
Esta ‘Montaña Solar‘ consta de 182 paneles solares de 300W (1,2 kWh/día). Combinadas de cuatro en cuatro unidades, conformarían 728 paneles solares con una producción de energía diaria de aproximadamente 873 kWh, 318.645 kWh/año.
A diferencia de un parque de paneles solares convencional, la instalación de la ‘Solar Mountain‘ funciona como un elemento interactivo y un centro comunitario para los asistentes al Burning Man capaz de alimentar a una pequeña ciudad efímera ‘Black Rock City’ en pleno desierto de Nevada (EE.UU) sin red eléctrica, agua potable o cobertura móvil.
Burning Man: Una ciudad de quita y pon
Esta semimetropoli se monta para la semana que dura el evento y luego se desmonta en cuanto acaba como si por allí no hubiera pasado nadie. Sin embargo, la idea de los organizadores es tener una ciudad permanente para desarrollar proyectos más ambiciosos y que puedan tener mayor extensión en el tiempo.
© Jim Urquhart / Reuters
La energía producida por Solar Mountain reduciría de forma considerable la huella de carbono del festival, que –sin contar la quema del hombre de madera gigante que sirve de clímax del evento– suele reunir en el desierto innumerables vehículos motorizados que utilizan combustibles fósiles. Algo irónico, teniendo en cuenta la propuesta de muchos asistentes de vivir o encontrar una armonía oculta con la naturaleza, desde una perspectiva estrictamente ecológica. Pero, por fin, esto puede cambiar y el Burning Man se convierta en un auténtico ejemplo para el resto del mundo. Todo es posible.
Este nuevo proyecto de Montaña Solar pasa ahora a su siguiente fase de diseño, pudiéndola convertir en un taller artístico para diferentes enfoques en arquitectura e ingeniería sostenible. Veremos en el futuro muchas más aplicaciones de energía solar que ofrezcan a comunidades de todo el mundo alternativas nuevas y ecológicas.
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